2.Hay quienes han llegado a Dios directamente, al haber dejado atrás todo límite mundano y al haber recordado perfectamente su propia Identidad.2A éstos se les podría llamar los Maestros de los maestros porque, aunque ya no se les puede ver, todavía se puede invocar su imagen.3Y aparecerán en el momento y en el lugar en que pueda ser de utilidad que lo hagan.
4A quienes su aparición les podría atemorizar, les dan sus ideas.5Nadie puede invocarlos en vano.6No hay nadie de quien ellos no sean conscientes.
"UN CURSO DE MILAGROS", Manual para el Maestro, 26. ¿ES POSIBLE LLEGAR A DIOS DIRECTAMENTE?

domingo

Más allá de este mundo


4¿Qué es el mundo, sino una diminuta brecha que parece desgarrar la eternidad y fragmentarla en días, meses y años?5¿Y qué sois vosotros que vivís en el mundo, sino una imagen fragmentada del Hijo de Dios, donde cada uno de los fragmentos está oculto dentro de un trocito de barro separado e inseguro?
"UN CURSO DE MILAGROS", III La Unión Mayor (Párrafo 7)
 
5No vives aquí. 6Estamos tratando de llegar a tu verdadero hogar. 7Estamos tratando   de    llegar   al   lugar  donde   eres   verdaderamente   bienvenido. 8Estamos tratando de llegar a Dios.
"UN CURSO DE MILAGROS", Libro de Ejercicios, LECCIÓN 49(Párrafo 4): La Voz de Dios me habla durante todo el día
 
LECCIÓN 128
El mundo que veo no me ofrece nada que yo desee

1. El mundo que ves no te ofrece nada que puedas necesitar; nada que puedas usar en modo alguno; ni nada en absoluto que te pueda hacer feliz. 2Cree esto y te habrás ahorrado muchos años de miseria, incontables desengaños y esperanzas que se convierten en amargas cenizas de desesperación. 3Todo aquel que quiera dejar atrás al mundo y remontarse más allá de su limitado alcance y de sus mezquindades tiene que aceptar que este pensamiento es verdad.
2. Cada cosa que valoras aquí no es sino una cadena que te ata al mundo; y ése es su único propósito. 2Pues todas las cosas tienen que servir para el propósito que tú les has asignado, hasta que veas en ellas otro propósito. 3El único propósito digno de tu mente que este mundo tiene es que lo pases de largo, sin detenerte a percibir ninguna esperanza allí donde no hay ninguna. 4No te dejes engañar más. 5El mundo que ves no te ofrece nada que tú desees.
3. Escápate hoy de las cadenas con las que aprisionas a tu mente cuando percibes la salvación aquí. 2Pues aquello que valoras lo consideras parte de ti tal como te percibes a ti mismo. 3Todo aquello que persigues para realzar tu valor ante tus propios ojos te limita todavía más, oculta de tu conciencia tu valía y añade un cerrojo más a la puerta que conduce a la verdadera conciencia de tu Ser.
4. No dejes que nada que esté relacionado con pensamientos corporales te demore en tu avance hacia la salvación, ni que la tentación de creer que el mundo puede ofrecerte algo que deseas te retrase. 2No hay nada aquí que valga la pena anhelar. 3Nada aquí es digno de un instante de retraso o de dolor, ni de un solo momento de incertidumbre o de duda. 4Lo que carece de valor no ofrece nada. 5Lo que verdaderamente tiene valor no se puede hallar en lo que carece de valor.
5. Nuestra práctica de hoy consiste en abandonar todo pensamiento que tenga que ver con cualquier valor que le hayamos atribuido al mundo. 2Lo liberaremos de cualquier propósito que le hayamos asignado a sus aspectos, fases y sueños. 3Lo consideraremos en nuestra mente como algo carente de propósito, y lo relevaremos de todo aquello que queríamos que fuese. 4De esta manera romperemos las cadenas que atrancan la puerta que conduce a nuestra liberación de él, e iremos más allá de todos sus insignificantes valores y limitados objetivos.
6. Permanece muy quedo y en paz por un rato, y observa cuán alto te elevas por encima del mundo cuando liberas a tu mente de sus cadenas y dejas que busque el nivel donde se siente a gusto. 2Tu mente se sentirá agradecida de poder estar libre por un rato. 3Ella sabe dónde le corresponde estar. 4Libera sus alas y volará sin titubeo alguno y con alegría a unirse con su santo propósito.5Déjala que descanse en su Creador, para que allí se le restituya la cordura, la libertad y el amor.
7. Dale hoy diez minutos de descanso en tres ocasiones.2Y cuando abras los ojos después de cada una de estas sesiones no valorarás nada que veas tanto como lo valorabas antes.3Tu perspectiva del mundo cambiará ligeramente cada vez que le permitas a tu mente liberarse de sus cadenas.4El mundo no es el lugar donde le corresponde estar. 5Y a ti te corresponde estar allí donde ella quiere estar, y a donde va a descansar cuando la liberas del mundo. 6Tu Guía es infalible. 7Haz que tú mente sea receptiva a Él. 8Permanece muy quedo y descansa.
8. Protege asimismo tu mente a lo largo del día. 2Y cuando pienses que algún aspecto o alguna imagen del mundo tiene valor, niégate a encadenar tu mente de esa manera, y, en lugar de ello, repite para tus adentros con tranquila certeza. 3Esto no me tentará a que me demore. 4El mundo que veo no me ofrece nada que yo desee.
"UN CURSO DE MILAGROS", Libro de Ejercicios, LECCIÓN 128: El mundo que veo no me ofrece nada que yo desee


LECCIÓN 129
Más allá de este mundo hay un mundo que deseo.

1. Este pensamiento es el que naturalmente sigue al que practicamos, ayer. 2No puedes detenerte en la idea de que el mundo no tiene valor, pues a menos que veas que hay algo más por lo que sentirte esperanzado, no podrás evitar caer en la depresión. 3No estamos haciendo hincapié en que renuncies al mundo, sino en que lo intercambies por algo mucho más satisfactorio, algo rebosante de alegría y capaz de ofrecerte paz.
4
¿Crees acaso que este mundo puede
ofrecerte eso?
2. Quizá valga la pena dedicar un rato a reflexionar una vez más sobre el valor de este mundo. 2Tal vez estés dispuesto a conceder que nada se pierde con renunciar a cualquier pensamiento que le adjudique algún valor. 3El
mundo que ves es ciertamente despiadado, inestable y cruel, indiferente en lo que a ti respecta, presto a la venganza y
lleno de odio inclemente.
4
Da únicamente para más tarde quitar, y te despoja de todo aquello que por un tiempo creíste
amar.
5
En él no se puede encontrar amor duradero, porque en él no hay amor.
6
Dicho mundo es el mundo del tiempo,
donde a todo le llega su fin.
3. ¿Cómo podría ser una pérdida, entonces, encontrar un mundo en el que es imposible perder, en el que el amor perdura eternamente y en el que el odio no existe y la venganza no tiene sentido?
2¿Cómo podría ser una pérdida hallar todas las cosas que realmente anhelas, y saber que no tienen fin y que perdurarán a través del tiempo exactamente tal como las deseas?
3
Incluso esas cosas se intercambiarán finalmente por aquello de lo que no

podemos hablar, pues desde allí te trasladarás a donde las palabras son completamente inútiles, a un silencio en el
que el lenguaje, si bien no es hablado, se entiende perfectamente.

4. La comunicación, inequívoca y clara como la luz del día, permanece ilimitada por toda la eternidad. 2Y Dios Mismo le habla a Su Hijo, así como Su Hijo le habla a Él. 3
El lenguaje en el que se comunican no tiene palabras, pues lo que
se dicen no puede ser simbolizado.
4
Su conocimiento es directo, perfectamente compartido y perfectamente uno.
5
¡Qué lejos te encuentras de esto tú que sigues encadenado a este mundo!
6
Y, sin embargo, ¡qué cerca te encontrarás
cuando lo intercambies por el mundo que sí deseas!
5. Ahora el último paso es seguro; ahora te encuentras sólo a un instante de la intemporalidad. 2
Desde aquí sólo puedes mirar hacia adelante, pues nunca más querrás mirar hacia atrás para ver el mundo que ya no deseas. 3He aquí
el mundo que viene a ocupar su lugar, a medida que liberas a tu mente de las nimiedades que el mundo te ofrece para
mantenerte prisionero.
4
No les atribuyas ningún valor, y desaparecerán.
5
Valóralas, y te parecerán reales.
6. Ésas son tus opciones. 2¿Qué puedes perder si eliges no valorar lo que no es nada? 3Este mundo no te ofrece nada que realmente desees, mas el que eliges en su lugar ¡ése ciertamente lo deseas!
4
Deja que se te conceda hoy.
5
Ese
mundo espera tan solo a  que lo elijas para ocupar el lugar de todas las cosas que buscas, pero que no deseas.

7. Practica estar dispuesto a efectuar este cambio diez minutos por la mañana, diez por la noche y una vez más entremedias. 2Comienza con lo siguiente:
3Más allá de este mundo hay un mundo que deseo.
4Elijo ver ese mundo en lugar de éste, pues no hay nada aquí que realmente desee.

5Cierra entonces los ojos al mundo que ves, y en la silenciosa oscuridad contempla cómo unas luces que no son de este mundo se van encendiendo una por una, hasta que deja de ser relevante donde comienza una y donde termina la otra al fundirse todas en una sola.
8. Hoy las luces del Cielo se inclinan ante ti, para derramar su luz sobre tus párpados mientras descansas más allá del mundo de las tinieblas. 2He aquí una luz que los ojos no pueden contemplar. 3Y, sin embargo, la mente puede verla claramente, y entender. 4Hoy se te concede un día de gracia, y nos sentimos agradecidos por ello. 5
Hoy nos damos
cuenta de que lo que temías perder era sólo la pérdida.
9. Ahora comprendemos que es imposible perder. 2Pues por fin hemos visto su opuesto, y damos gracias de que la elección ya se haya llevado a cabo. 3Recuerda cada hora la decisión que has tomado, y dedica un momento a
confirmar tu elección dejando a un lado cualquier pensamiento que tengas en ese momento y poniendo toda tu

atención brevemente en lo siguiente:
 
4El mundo que veo no me ofrece nada que yo desee.
5Más allá de este mundo hay un mundo que deseo.
 
"UN CURSO DE MILAGROS", Libro de Ejercicios, LECCIÓN 129: Más allá de este mundo hay un mundo que deseo.
 
LECCIÓN 182
Permaneceré muy quedo por un instante e iré a mi hogar.
1.  Este mundo en el que pareces vivir no es tu hogar. 2Y en algún recodo de tu mente sabes que esto es verdad. 3El recuerdo de tu hogar sigue rondándote, como si hubiera un lugar que te llamase a regresar, si bien no reconoces la voz, ni lo que ésta te recuerda. 4No obstante, sigues sintiéndote como un extraño aquí, procedente de algún lugar desconocido. 5No es algo tan concreto que puedas decir con certeza que eres un exilado aquí. 6Es más bien un sentimiento persistente, no más que una leve punzada a veces, que en otras ocasiones apenas recuerdas, algo que descartas sin ningún miramiento, pero que sin duda ha de volver a rondarte otra vez.
2. No hay nadie que no sepa de qué estamos hablando. 2Sin embargo, hay quienes tratan de ahogar su sufrimiento entreteniéndose en juegos para pasar el tiempo y no sentir  su tristeza: 3Otros prefieren negar que están tristes, y no reconocen en absoluto que se están tragando las lágrimas. 4Hay quienes afirman incluso que esto de lo que estamos hablando son ilusiones y que no se debe considerar más que como un sueño. 5Sin embargo, ¿quién podría honestamente afirmar, sin ponerse a la defensiva o engañarse a sí mismo, que no sabe de lo que estamos hablando?
3. Hoy hablamos en nombre de todo aquel que vaga por este mundo, pues en él no está en su hogar. 2Camina a la deriva enfrascado en una búsqueda interminable, buscando en la oscuridad lo que no puede hallar, y sin reconocer qué es lo que anda buscando. 3Construye miles de casas, pero ninguna de ellas satisface a su desasosegada mente. 4No se da cuenta de que las construye en vano. 5El hogar que anda buscando, él no lo puede construir. 6El Cielo no tiene sustituto. 7Lo único que él jamás construyó fue un infierno.
4. Tal vez pienses que lo que quieres encontrar es el hogar de tu infancia. 2La infancia de tu cuerpo y el lugar que le dio cobijo son ahora recuerdos tan distorsionados que lo que guardas es simple mente una imagen de un pasado que nunca tuvo lugar. 3Mas en ti hay un Niño que anda buscando la casa de Su Padre, pues sabe que Él es un extraño aquí. 4Su infancia es eterna, llena de una inocencia que ha de perdurar para siempre. 5Por dondequiera que este Niño camina es tierra santa. 6Su santidad es lo que ilumina al Cielo, y lo que trae a la tierra el prístino reflejo de la luz que brilla en lo alto, en la que el Cielo y la tierra se encuentran unidos cual uno solo.
5. Este Niño que mora en ti es el que tu Padre conoce como Su Hijo. 2Este Niño que mora en ti es el que conoce a Su Padre. 3Él anhela tan profunda e incesantemente volver a Su hogar, que Su voz te suplica que lo dejes descansar por un momento. 4Tan sólo pide unos segundos de respiro: un intervalo en el que pueda volver a respirar el aire santo que llena la casa de Su Padre. 5Tú eres también Su hogar. 6Él retornará. 7Pero dale un poco de tiempo para que pueda ser lo que es dentro de la paz que es Su hogar, y descansar en silencio, en paz y en amor.
6. Este Niño necesita tu protección. 2Se encuentra muy lejos de Su hogar. 3Es tan pequeño que parece muy fácil no hacerle caso y no oír Su vocecilla, quedando así Su llamada de auxilio ahogada en los estridentes sonidos y destemplados y discordantes ruidos del mundo. 4No obstante, Él sabe que en ti aún radica Su protección. 5Tú no le fallarás. 6Él volverá a Su hogar, y tú lo acompañarás.
7. Este Niño es tu indefensión, tu fortaleza. 2Él confía en ti. 3Vino porque sabía que tú no le fallarías. 4Te habla incesantemente de Su hogar con suaves murmullos. 5Pues desea llevarte consigo de vuelta a él, a fin de poder Él Mismo permanecer allí y no tener que regresar de nuevo a donde no le corresponde estar y donde vive proscrito en un mundo de pensamientos que le son ajenos. 6Su paciencia es infinita. 7Esperará hasta que oigas Su dulce Voz dentro de ti instándote a que lo dejes ir en paz, junto contigo, a donde  Él se encuentra en Su casa, al igual que tú.
8. Cuando estés en perfecta quietud por un instante, cuando el mundo se aparte de ti y las vanas ideas que abrigas en tu desasosegada mente dejen de tener valor, oirás Su Voz. 2Su llamada es tan conmovedora que ya no le ofrecerás más resistencia. 3En ese instante te llevará a Su hogar, y tú permanecerás allí con Él en perfecta quietud, en silencio y en paz, más allá de las palabras, libre de todo temor y de toda duda, sublimemente seguro de que estás en tu hogar.
9. Descansa a menudo con Él hoy. 2Pues Él estuvo dispuesto a convertirse en un Niño pequeño para que tú pudieras aprender cuán fuerte es aquel que viene sin defensas, ofreciendo únicamente los mensajes del amor a quienes creen ser sus enemigos. 3Con el poder del Cielo en Sus manos, los llama amigos y les presta Su fortaleza para que puedan darse cuenta de que Él quiere ser su Amigo. 4 Les pide que lo protejan, pues Su hogar está muy lejos, y Él no quiere regresar a él solo.
10. Cristo renace como un Niño pequeño cada vez que un peregrino abandona su hogar. 2Pues éste debe aprender que a quien quiere proteger es sólo a este Niño, que viene sin defensas y a Quien la indefensión ampara. 3Ve con Él a tu hogar de vez en cuando hoy. 4Tú eres un extraño aquí, al igual que Él.
11. Dedica algún tiempo hoy a dejar a un lado tu escudo que de nada te ha servido, y a deponer la espada y la lanza que blandiste contra un enemigo imaginario. 2Cristo te ha llamado amigo y hermano. 3Ha venido incluso a pedirte ayuda para que lo dejes regresar a Su hogar hoy, íntegro y completamente. 4Ha venido como lo haría un niño pequeño, que tiene que implorar la protección y el amor de su padre. 5Él rige el universo, y, sin embargo, te pide incesantemente que regreses con Él y que no sigas convirtiendo a las ilusiones en dioses.
12. Tú no has perdido tu inocencia. 2Y eso es lo que anhelas, 3lo que tu corazón desea. 4Ésa es la voz que oyes y la llamada que no se puede ignorar. 5Ese santo Niño todavía sigue a tu lado. 6Su hogar es el tuyo. 7Hoy Él te da Su indefensión, y tú la aceptas a cambio de todos los juguetes bélicos que has fabricado. 8Y ahora el camino está libre y despejado, y el final de la jornada puede por fin vislumbrarse. 9Permanece muy quedo por un instante, regresa a tu hogar junto con Él y goza de paz por un rato.
"UN CURSO DE MILAGROS", Libro de Ejercicios, LECCIÓN 182: Permaneceré muy quedo por un instante e iré a mi hogar.
 
 
¿Acaso es desde ese mundo desde donde mis maestros me llaman de madrugada susurrando en mis sueños?
 
 
 
 

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